sábado, 26 de marzo de 2011

¡¡¡¡LLEGÓ LA PRIMAVERA!!!

Botticelli.- Alegoría de la Primavera
¡ Llegó la primavera!, La palabra primavera viene del latín y significa primer verano, influyendo en las conductas cotidianas de las personas.
Una estación que según médicos, psicólogos y sociólogos alteran el calendario biológico  debido a que hay un aumento de la radiación solar, y con los cambios meteorológicos que afectan a la producción de ciertas hormonas,

El médico Daniel Cardinali explicó que la especie humana tiene un calendario biológico que va variando con las estaciones del año. Este calendario funciona con estímulos hormonales. Cualquier variación en el nivel de hormonas como la melatonina -segregada durante la noche en el cerebro, por la glándula pineal- provoca cambios en la actividad sexual, la emocionalidad, las ganas de comer, el sentido del olfato y las frecuencias de sueño.Cardinali destacó que como en primavera hay menos horas de oscuridad, varía la producción de melatonina y eso trae otras respuestas físicas y emocionales.


 Con efectos como estos:

  • Aumenta la actividad sexual , como bien se dice, la primavera la sangre altera. Cardinali, indicó que las personas discriminan mejor los aromas que los atraen, influyendo esto la sexualidad.
  • Euforias
  • Alergias, debido a la polinización de las flores, produciendo inflamaciones en la mucosa nasal, conocidas como rinitis estacionales.
  • Más predisposición a la sociabilidad
  • Depresiones estacionales con trastornos en el sueño. Los últimos estudios de la fisiología del cerebro, indican que en primavera se producen cambios en el área cerebral, denominada sistema límbico, reguladora de los estados de ánimo y la voluntad. Por ello hay personas que se ponen más eufóricas, activas, mientras otras se deprimen, se encuentran con menos fuerza para comenzar el día, es lo denominado astenia primaveral, la cual se estima que es sufrida de 1 a 5 personas de cada 10.
  • Más predisposición a la sociabilidad

INFORMACIÓN EXTRAÍDA DE:

http://edant.clarin.com/diario/1997/09/15/e-03601d.htm

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